Cuando los problemas familiares empuja a Riley Middleton a renunciar a una beca de percusión en otro estado y asistir a la universidad local, sus amigos la empujan a una prueba para una banda de Rock local.
Por supuesto, Riley consigue entrar en la banda. Ella domina los tambores.
Riley pronto se da cuenta de que las otras bandas de rock tienen una dinámica diferente a la de las otras bandas de música, sobre todo cuando cada uno de sus compañeros de banda masculinos tiene un ego enorme y son mujeriegos experimentados. Dos de ellos coquetean con ella implacablemente.
El otro, un oscuro y sexy Dios del Rock, por lo que no puede evitar sentirse atraída, es una idiota total y la presiona para abandonar. Está decidida a hacer caso omiso de su mala educación y a lo sexy que sea.